- Reseña - Viajando hacia mi destino (Abril Camino)


Hace mucho tiempo, Lucía era la chica más alocada de Madrid. Ahora, con casi treinta años y a menos de un mes para su boda, sus tres mejores amigas han conseguido convencerla de que recorrer Europa Central durante tres semanas para celebrar su despedida de soltera. 
A pocos días de cumplir los veinte, Diego emprende un viaje en tren con su mejor amigo para despedirse de un año de Erasmus y celebrar que ha conseguido llenar su vida con las tres únicas cosas que le importan de verdad: su familia, su música y una chica diferente cada noche. 
Diego y Lucía se encontrarán en un punto del camino en el que descubrirán que no todos los viajes tienen un destino claro, y que el destino puede, a veces, ser el viaje más emocionante de todos.

Viajando hacia mi destino narra un viaje de interrail por Europa de cuatro amigas que rondan los 30 años, por la despedida de soltera de Lucía. Lo que de entrada me ha llamado la atención es la descripción de las cuatro amigas: Sandra la mojigata; Linda la hippie vegana homosexual; Leo la cabra loca; y Lucía, que hace casi 7 años que no toma una decisión por ella misma y se deja llevar bastante por su padre y por Carlos, su prometido y hermano de Sandra. No sé, como que me ha parecido un poco bestia la manera de referirse a cada una. Como si las tuviésemos que encasillar a todas o etiquetar de algún modo para que sepamos cuál es cuál. 

Pero bueno, poco a poco vamos viendo el por qué de la personalidad de Lucía, pero a mí me parece una excusa. ¿Que le puede afectar que su madre se fuese de casa? Obviamente, pero de ahí a que por "culpa" de eso decidas que a partir de ese momento el resto decidirá por ti... poco creíble. En fin. Creo que sobra decir que en el interrail hay algo que hace que cambie todo. O mejor dicho... alguien: Diego. Desde el primer momento en que se ven queda claro que va a pasar algo y que "coincidan" tantas veces deja de parecer una simple casualidad. Sin embargo, hasta que Linda no se rompe un tobillo al caer de una litera (un poco exagerado, creo), y se vuelve a casa con Sandra, la cosa entre Diego y Lucía no empieza. Y de golpe el libro se vuelve demasiado explícito.

Aquí es donde el libro se me ha hecho un poco cuesta arriba en algunos momentos. Creo que hay muchos personajes que se podrían haber desarrollado más (por ejemplo el estado de Jimena) y en vez de eso llega un punto del libro en el que básicamente nos centramos en las relaciones sexuales de Diego y Lucía. ¿Dónde queda el viaje? ¿Dónde queda la amistad entre las protagonistas? Mi sensación es de que llegados a cierto punto se cambia la perspectiva de la trama y el libro ya no va del viaje o de la evolución de Lucía ante su inminente boda, sino en la relación física que tiene con un chico desconocido.

Pero bueno, que quitando eso... la historia me ha parecido preciosa. Diego y Lucia son un amor, pero sin duda me quedo con Leo. Por otro lado, el padre de Lu y Carlos se me han hecho muy pesados y me han dado mucha rabia. El padre porque desde que su mujer le deja se desentiende de sus hijas (hasta que ellas deciden no seguir el camino que les quiere imponer) y Carlos porque... ¡EN PLENO SIGLO XXI LUCÍA NO PUEDE CASI NI PESTAÑEAR SIN SU PERMISO! Qué hombres más cansinos y cromañones, ¡por Dios! Menos mal que Diego le abre los ojos, aunque bueno... para lo que sirve...

En fin, que el libro no está mal, hay personajes a los que amas y otros a los que odias, y me leeré la segunda parte sí o sí para ver qué pasa con Lucia, que ya os digo que espero que le dé una patada muy grande a Carlos en el culo (porque yo ya lo hubiese hecho hace tiempo...). Ahora, no sé cuando lo leeré.

« No quiero agarrarme a ello, pero el último capítulo no está escrito. No lo olvides»
                                                                                                                                 - Diego 
VALORACIÓN: ⭐⭐⭐

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