(3.5⭐) |
Alguien está dando muerte a los cazadores de sombras del círculo de Valentine, y esas muertes enemistan de nuevo a los cazadores de sombras con los subterráneos. Sólo Simón, ahora convertido en vampiro, podrá evitar el enfrentamiento. Mientras, Clary y Jace descubrirán un misterio que los llevará a fortalecer su relación o... a destruirla para siempre. Amor, sangre, traición y venganza... los peligros son mayores que nunca en esta cuarta entrega.
Vayamos por partes... ¿se me ha hecho más lento este libro que los anteriores? Sí, la respuesta es esa. Pero dejad que me explique porque madre mía.
Supongo que si habéis llegado hasta esta entrada es porque habéis leído los libros anteriores a este (y si no volved cuando lo hayáis hecho). Así que sabréis que los tres primeros giraban en torno a Valentine y sus hijos (así a grandes rasgos). Pues bien, desde que Valentine se fue (ya sabéis dónde) la trama principal ha cambiado bastante. Ahora parece que, aunque la historia continúe con los mismos protagonistas, todo vuelve a empezar y, por eso, se me ha hecho más lento porque se está empezando a desarrrollar una nueva trama y hay que ir conectando un montón de pistas que aparentemente no encajan, pero que cuando lo hacen... ¡WOW!
La verdad es que me ha parecido muy interesante todo el tema de las runas y las posesiones. Aunque la parte de los bebés me da un poco de repelús porque... bueno. Pobres bebés. Aunque también os digo... que todo sea culpa de Clary no me ha sorprendido mucho porque esta chica hace siempre lo que quiere sin preguntar a nadie (y eso que es nueva en este mundo). Así que cero sorpresas a que el hecho de revivir a Jace (que yo también lo hubiese hecho), y no decírselo a nadie, sea la causa de que Lilith aparezca en escena (y con ella Sebastian otra vez).
Otra cosa que me molesta en general es la falta de comunicación. Entiendo que no le quieran decir a la Clave que Jace ha resucitado y demás. Bueno, que apareció el ángel y lo resucitó por petición de Clary. Pero de ahí a no contárselo ni a los "hermanos" de Jace (entre los que, recordemos, se encuentra su parabatai)... me parece horrible. Quizá entre todos podían haber impedido semejante lío (aunque entonces no habría trama). No se puede tener todo.
En sí la historia no está mal para ser un inicio de trama, la verdad. El problema es que se centran mucho en Jace y Clary y en las alucinaciones de él. Tanto que todo lo demás queda un poco opacado, casi en un segundo plano (¡y eso que es de lo que va a ir a partir de ahora la saga!). Lo que sí que me ha gustado es ver más a Izzy o a Jocelyn en acción, aunque de eso tampoco es que haya mucha porque todo son enigmas que no acabamos de pillar. Y en medio de todo ese caos, por si aún no teníamos bastante, la madre de Simon descubre su nueva condición y básicamente lo echa de casa por rarito.
Ahora bien, el final, ya no solo por el hecho de entender hacia dónde va la historia, sino por la desaparición de lo que debería ser un cadaver (Sebastian) y de Jace me ha dejado con la boca abierta y con ganas de más. Aun así, la valoración es bastante justita.
VALORACIÓN: ⭐⭐⭐.5
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