De vuelta a la escuela Magisterium tras las vacaciones los problemas de Callum se intensifican. El Alkahest, un guante de cobre, es capaz de quitar sus poderes a los magos, ha sido robado. Y en la búsqueda del culpable, Call y sus amigos, Aaron y Tamara, llaman la atención de unos enemigos muy peligrosos y se acercan a una verdad aún peor.
El libro empieza mal. Alastair sabe del pasado de Call y, en vez de ayudar a su hijo a ir por buen camino para que no se convierta de nuevo en el Enemigo de la Muerte, decide que lo mejor es hacer que le tema y que piense que se quiere deshacer de él y de Estrago por quién es. Claro, así seguro que no le darán ganas de vengarse y sucumbir a su lado oscuro. Lo normal. Teniendo en cuenta eso, también es lógico que Call se pase todo el curso pensando si desvelar su "verdadera" identidad a sus amigos o no porque, teniendo en cuenta la reacción de la persona que le crió, ¿cómo va a esperar que esas personas que le conocen desde hace un año vayan a estar de su lado?
Pero bueno, al final Call consigue dejar atrás al raro de su padre y llegar al Magisterium. Y entonces resulta que se entera de que hay un guante mágico capaz de destruir makaris, que ha desaparecido y que su padre es el principal sospechoso. Y aquí es donde las cosas ya no podrían ir peor porque te metes en la piel de Call y piensas: "ya está, mi padre quiere matarme o deshacerse de Aaron quién, por cierto, no solo es makaris sino que es mi mejor amigo". Y claro, como no podía ser de otro modo, porque no tienen suficiente con pasar de curso, Tamara, Aaron, Call y Jasper acaban yendo detrás del padre de Call para detenerle, demostrar su inocencia, recuperar el Alkahest o vete tú a saber qué. Y si en el libro anterior me pareció muy Harry Potter, en esta ocasión me ha recordado a las misiones de Percy Jackson porque, de verdad, no dejaban de meterse en un lío tras otro.
Por otro lado, durante su aventura se van descubriendo cosas que... MADRE MÍA. Primero de todo, ¿cómo es posible que alguien envíe a Automatones a matarlos y que los profesores no lo sepan? Porque eso es de lo más raro, aunque haya un espía, alguien debería haberse dado cuenta... Además, hay varias cosas que me han sorprendido: que el Maestro Lemuel "trabaje" en una especie de refugio de animales caotizados; que Verity Torres acabase siendo la guardiana de la fortaleza de Constantine y el Maestro Joseph; que Call tuviese que confesar su "verdadera" identidad; pero, sobre todo, lo que pasa con Constantine y Call no me lo esperaba. De verdad que no me esperaba que al destruir el cuerpo del Enemigo de la Muerte con el Alkahest, Call fuese a recibir toda su magia del caos y a descontrolarse. No esperaba que el Maestro Joseph acabase huyendo con el Alkahest. Pero, lo que me ha parecido alucinante ha sido la escena de Call sacando de su mochila la cabeza de Constantine para demostrar que el Enemigo de la Muerte está "muerto".
Realmente esperaba que el libro me gustase más, porque sí, me ha gustado, pero en realidad hasta que no llevan la mitad del viaje no me acabó de enganchar del todo. De hecho, la parte que más me ha llamado la atención ha sido a partir de la llegada de los amigos a la fortaleza del Enemigo. Ahora hay cosas que han salido a la luz, como el secreto de Call, que van a tener que quedarse otra vez en las sombras, pues todo el mundo piensa que el Enemigo ha sido derrotado (nada más lejos...). Además, conociendo a Call, seguro que se pasará el siguiente libro rayado porque el Enemigo no ha sido vencido (no realmente), el Alkahest no ha sido devuelto y porque no se sabe nada sobre la persona que envió a Automatones a matarlo. Pese a todo, tengo bastantes ganas de ver cómo van a proceder ahora que todo el mundo se piensa que ha pasado el peligro.
VALORACIÓN: ⭐⭐⭐
No hay comentarios:
Publicar un comentario