(4⭐, 152 pág, Autopublicado) |
Un inocente juego de la botella.
Un beso que lo cambiará todo.
Patricia se ve obligada a mudarse a un pueblo con sus padres, por temas económicos. Para ayudar y costearse la universidad, busca trabajo en una librería que parece sacada de un libro de fantasía. Allí encontrará inspiración para la novela en la que está trabajando y se reencontrará con Sofía, la chica que la besó en Fin de Año en un simple juego, y cuyo sabor la persigue desde entonces.
Cuando Sofía ve que la nueva dependienta de la librería de sus padres es la misma chica con la que se besó en Nochevieja, su corazón salta de alegría. Pero ¿a ella le gustan las chicas? Nunca se lo ha planteado. Lo que tiene claro es que le gusta Patricia, y que no ha podido olvidarse de esos labios.
¿Puede un solo beso escribir una historia de amor?
Tenía ganas de leer este libro desde que vi que Erya lo anunciaba (que ya sé que también es de Laura, pero es que a ella no la conocía porque no he leído nada suyo). Es un libro corto, que me ha durado menos de un día y me ha dejado una sensación súper bonita. Aunque es un libro escrito entre dos personas, he podido ver la esencia de Erya con sus retellings en este libro. De Laura no os puedo decir porque, como os he mencionado, no he leído nada suyo por ahora.
El escenario principal es la librería de la familia de Sofía porque es donde pasa la mayor parte de la historia de amor de las protagonistas: Sofía, que quiere entrar en el mundo editorial creando su propia empresa, y Patricia, una autora que aún no está preparada para que el mundo lea sus historias. De entrada podemos ver que son dos personas bastante afines en lo que a mundo laboral se refiere. De hecho, aunque se encuentran en una fiesta de fin de año, no es hasta que Patricia empieza a trabajar en la librería que las chicas empiezan a interactuar. Entre otras cosas porque no se conocen de nada hasta entonces.
La familia de Sofía es de lo más tierno que hay. Son bastante soñadores y apoyan a sus hijos en sus decisiones, pero no se quedan solo ahí. La manera en la que le abren las puertas de su casa y de su vida a Patricia, apoyándola, ayudándola y haciendo que su confianza aumente es de lo mejor que tiene el libro. Vamos, que yo también querría que me adoptaran. En cambio, la familia de Patricia es bastante más "realista". Intentan que su hija no sufra y por ello la animan a asegurar su futuro con unos estudios que le ayuden a tener una vida estable con la que poderse mantener. Aunque no sea lo que ella quiera y sus expectativas le hagan sufrir.
En parte, la inseguridad de Patricia a la hora de mostrar al mundo sus escritos se debe a que sus padres siempre le recriminan que no va a poder vivir de sus libros (porque eso le pasa a 1 persona de cada X). Así que cuando al fin conoce de verdad a esa chica de la fiesta con la que se besó en el juego de la botella y ve cómo podría ser su vida con una familia que la apoyara... se empieza a soltar. ¿Que le cuesta? Pues sí, una barbaridad, y de ahí viene el conflicto principal del romance.
Personalmente puedo entender que Sofía intente darle ese empujón que Patricia no se atreve a dar. Entiendo también el miedo al rechazo de Patricia y que vea como una traición que Sofía interfiera en su vida de ese modo, pero seamos realistas, sin Sofía quizá nunca nadie habría llegado a leer sus historias. Si Sofía le pidiera permiso, Patricia habría dicho que no y no sabemos si se habría animado algún día a enviar sus textos. No digo que esté bien que lo haga a sus espaldas, pero puedo entender los dos puntos de vista y que sea un tema que pueda llegar a molestar. Lo que no puedo entender es que pasen semanas sin hablarse por lo que hace Sofía cuando las dos se mueren por hacerlo.
En medio de todo este drama que tienen todos los libros de romance (o la mayoría), vemos pequeños guiños a cuentos populares o clásicos como Cenicienta, La bella durmiente, Caperucita roja... y podría afirmar que ese es el toque de Erya. También me ha gustado que en medio de todo el tema de la escritura y la librería se fomente la lectura (las protagonistas comentan libros y Sofía, de hecho, tiene una amiga virtual con la que también comparte lecturas), se recomienden autores y... aparezcan las propias autoras del libro en una presentación de su última publicación: El origen del invierno, que lo tengo súper pendiente, por cierto.
Quizá lo que más me ha descolgado de la lectura es que en vez de usar los nombres de las protagonistas más de la mitad del libro se refieran a ellas como "la rubia" o "la morena", porque soy bastante despistada y acababa confundiéndolas. Esto ya es como algo muy personal, que sé que es problema mío porque siempre en mi mente cambio algunas características físicas de los personajes que leo y de repente, ese que me imaginaba con ojos marrones los tiene verdes, el que pensaba que era rubio es pelirrojo... vamos un show. Entonces... que a las protagonistas se las mencione por "la rubia" o "la morena" en vez de por sus nombres ha sido un poco exasperante.
VALORACIÓN:
⭐⭐⭐⭐
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